El arzobispo de Toledo prohíbe la actividad mediática de un sacerdote
Monseñor Cerro Chaves, arzobispo de Toledo (España), sanciona al reverendo Francisco Delgado por una supuesta "insatisfacción con la persona y el ministerio del Santo Padre" que objetivamente estaría justificada.
Delgado escribió en Twitter.com (7 de mayo): "Por orden directa de mi arzobispo, me veo obligado a suspender mi actividad en todas las redes y a suspender mi participación en los medios de comunicación. No lo hago por voluntad propia".
El sacerdote se defiende de una "calumnia" de la que espera poder dar más detalles algún día: "A pesar de la persecución, sigo manteniendo mi intención de ser fiel a la Iglesia de Cristo y a su cabeza visible, que es el papa Francisco".
El reverendo Delgado participó en el programa en línea "La Sacristía de la Vendée". En él, varios sacerdotes que llevan sotana y que han estudiado juntos en el entonces conservador seminario de Toledo, bromeaban sobre la posibilidad de que Francisco, de 87 años, se fuera pronto al cielo, lo que es un mal deseo sólo para quienes han perdido la fe y la esperanza cristianas.
Anteriormente, la diócesis de Toledo había obligado al reverendo Calvo Zarraute, que también formaba parte del grupo de sacerdotes, a interrumpir cualquier actividad en Internet. Fue él quien hizo la esperanzadora declaración.
Traducción IA
Delgado escribió en Twitter.com (7 de mayo): "Por orden directa de mi arzobispo, me veo obligado a suspender mi actividad en todas las redes y a suspender mi participación en los medios de comunicación. No lo hago por voluntad propia".
El sacerdote se defiende de una "calumnia" de la que espera poder dar más detalles algún día: "A pesar de la persecución, sigo manteniendo mi intención de ser fiel a la Iglesia de Cristo y a su cabeza visible, que es el papa Francisco".
El reverendo Delgado participó en el programa en línea "La Sacristía de la Vendée". En él, varios sacerdotes que llevan sotana y que han estudiado juntos en el entonces conservador seminario de Toledo, bromeaban sobre la posibilidad de que Francisco, de 87 años, se fuera pronto al cielo, lo que es un mal deseo sólo para quienes han perdido la fe y la esperanza cristianas.
Anteriormente, la diócesis de Toledo había obligado al reverendo Calvo Zarraute, que también formaba parte del grupo de sacerdotes, a interrumpir cualquier actividad en Internet. Fue él quien hizo la esperanzadora declaración.
Traducción IA